Este pasado Sábado y después de ocho salidas a la montaña, despedimos la temporada con una salida, que se suponía dura en su kilometraje. Pero lo que no sabían sus preparadores, tanto Nino como Juan A. Cadiñanos, a los que tengo que felicitar por preparar estas rutas tan fantásticas, que sus alumnos no se rinden ni se amilanan por muy duras que sean estas marchas. No nos meteremos mucho con ellos porque la temporada que viene se pueden vengar, y pueden poner las marchas mas duras.
La ruta partió desde el pueblo de San Mames en el valle del Nansa. Con una suave subida fuimos ganando altura hasta el collado del Tajo, para poco después llegar a la Ermita de la Luz. Y aquí cerca de la ermita y de su fuente buscamos sitio para comer. Tras coger fuerzas con los bocatas, reanudamos la marcha ya que nos quedaba un largo camino hasta llegar al bello pueblo de Cahecho, donde hicimos una parada técnica para tomarnos un merecido refresco ya que el Sol calentaba de lo lindo. Pero aquí no terminaba la ruta ya que nos quedaba por ver el Castaño de mayor perímetro
de Cantabria y posiblemente uno de los mas antiguos que quedan en nuestra región. Después de hacer fotos continuamos la marcha hasta el pueblo de Ojedo donde nos esperaba el autobús.
Viniendo de la zona de Liebana como íbamos a pasar por la casa azul sin parar, pues paramos para coger las famosas y ricas palmeras. Después tras recoger los merecidos diplomas continuamos la marcha para llegar al IES
CANTABRIA.
No me puedo despedir sin antes no recordar a una montañera que se despidió en esta marcha. Espero que no olvides nunca que aquí tienes grandes amigos. CAROLINA, que seas muy feliz en esa hermosa Ibiza, un beso muy fuerte. Bueno compañeros del IES que tengáis unas lindas vacaciones que disfrutéis mucho y nos vemos Si Dios quiere en Septiembre.
